¿Qué es la dureza del agua? ¿Cómo se mide? ¿Qué relación tiene con las incrustaciones de cal?

Aunque el agua que suministran las compañías de aguas cumple con la legislación vigente para que sea considerada potable, puede contener determinados componentes como el Calcio y el Magnesio en cantidades suficientes como para generar incrustaciones calcáreas y dar lugar a problemas en las instalaciones.

Tanto es así que en ningún país de la Unión Europea o en las Recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, existen límites para el contenido de Calcio o Magnesio en el agua potable.

Entre los muchos problemas que causa el agua dura no solo tenemos el bloqueo de tuberías y rotura de maquinaria sino que además: se impide un buen intercambio de calor en las calderas, aumentando nuestra factura energética (ya que es un material aislante), se impide que se forme suficiente espuma en los lavados e incluso retrasa la cocción de alimentos…

Dicho esto y pasando a una definición más concreta, hay que resaltar que antes de producirse las incrustaciones calcáreas los iones Calcio y Magnesio deben unirse a los iones Bicarbonato. Esto da lugar a las dos definiciones más importantes en relación con la dureza del agua:

• Dureza total: es la concentración total de Calcio y Magnesio. No nos da ninguna información sobre el carácter incrustante del agua ya que no sabemos los Bicarbonatos presentes.
• Dureza temporal: se corresponde con la cantidad de Calcio y Magnesio que pueden asociarse a los Bicarbonatos. Su determinación corresponde al contenido de Bicarbonatos y como máximo es la dureza total.

De cualquier manera, en la práctica el parámetro que normalmente se maneja es la dureza total. Se suele hacer en miligramos por litro (mg/l) o partes por millón (ppm) y lo normal es expresar la dureza en la cantidad de Carbonato Cálcico CaCO₃ equivalente. Eso se consigue multiplicando la concentración de Calcio por 2,49 y sumando posteriormente la concentración de Magnesio multiplicada por 4,11.

Una vez se producen las incrustaciones calcáreas lo que nos encontramos principalmente es Carbonato Cálcico CaCO₃ e Hidróxido de Magnesio Mg(OH)₂. Normalmente la presencia del segundo es bastante más reducida que la del primero, representando como mucho un 20% del total de las incrustaciones.

Así tenemos la siguiente clasificación referida al Carbonato Cálcico:

• Agua blanda 0-50 mg/l
• Agua moderadamente blanda 50-100 mg/l
• Agua ligeramente dura 100-150 mg/l
• Agua moderadamente dura 150-200 mg/l
• Agua dura 200-300 mg/l
• Agua muy dura +300 mg/l

Otras mediciones se basan en lo siguiente:

• 1 mg/l = 1 ppm
• 1 Grado Francés = 10 mg/l
• 1 Grado Alemán = 17,8 mg/l

Cuando el agua de lluvia entra en contacto con la atmósfera incorpora los gases con los que se encuentra, entre ellos el CO₂. Esa disolución vuelve al agua un poco ácida, lo justo para que cuando se encuentre con rocas calizas sea capaz de disolver por un lado el ión Calcio y por otro el ión Carbonato.

Lo normal será encontrar esas disoluciones en los acuíferos por que ha habido suficiente recorrido para que se dé la reacción. Las aguas subterráneas por tanto serán más duras que las superficiales.

Entonces ya sabremos cuándo se va a volver a crear la antigua roca de Carbonato Cálcico: cuando se vuelva desprender CO₂ del agua, ya que se generará la reacción contraria que dio pie a su disolución. Eso sucede normalmente en dos lugares:

El primero es en calderas ya que al calentar el agua se desprende CO₂.

El segundo es en el agua canalizada a presión (por tanto puede ser a temperatura ambiente), en el momento que hay un pequeño contacto con la atmósfera se desprende CO₂ y el Calcio precipita. Ejemplos de lo anterior son los contadores de agua, las válvulas que operan una red, salidas de los grifos…

A partir de 125 mg/l de dureza las incrustaciones de cal empiezan a ser un problema para cualquier clase de instalación y es a partir de este umbral donde es recomendable algún sistema descalcificador válido.